sábado, 12 de mayo de 2012

VIDAS SIN LEER

VIDAS SIN LEER


    Estaba yo pensando lo difícil que es escribir. Eso de crear ideas de manera que cuando mueves los dedos en el teclado salgan de una forma ordenada, sin repetirse, y no desaparezcan en el momento más inoportuno. Esta debe de ser la razón por la que siempre he admirado tanto a las escritoras y escritores; me veo incapaz de hacer nada parecido.
    ¡Qué maravillosos son los libros! Transmiten historias y sentimientos, los leemos como si siempre estuvieran ahí, como si su creación fuera espontánea, nacidos en las estanterías de las librerías por arte de magia. Sin pensar en las horas, los sufrimientos y desvelos que habrá tenido que lidiar su creador o creadora.
    Pues parece que la vida es igual. Hoy he leído un texto de Eugenia Rico, de su novela La Muerte Blanca: "El misterio de la lectura es como el misterio de la vida: queremos pasar las páginas, llegar a mañana, saber lo que pasa ignorando que al llegar al final del libro nos habremos ido para siempre con demasiadas páginas en blanco".
    No ha dejado de dar vueltas en mi cabeza durante todo el día, se ha quedado enganchada en alguna dendrita del cerebro y ha conseguido que termine escribiendo sobre ella.
    A lo largo de la vida ¿cuántas páginas pasaremos en blanco? A veces lo hacemos de forma consciente, otras inconscientemente y en otras hasta lo decimos -Lo que quiero es pasar página cuanto antes-.
    También existen esas páginas que no queremos que se acaben nunca, agradables, placenteras y con las que disfrutamos enormemente. Lo importante es poder pasarlas todas, sufriendo, riendo, enfadándonos etc. como en la vida misma.

    Pero hay libros terribles, con los que no compartimos ni el argumento ni ninguna de sus ideas. Están escritos por canallas, malnacidos y tiranos que aparte de escribirlos son capaces de obligar su lectura a personas que no pueden decidir.
    Son aquellos que le ha tocado leer a las mujeres víctimas de cualquier tipo de opresión o maltrato, o a las tres chicas asturianas violadas en los últimos días. O a la niña de doce años, brasileña, que ha visto como su violador ha sido absuelto porque violar a una profesional del sexo (de doce años) es menos delito. Y podría seguir indefinidamente.....
    Comprendo perfectamente que en estas vidas se pasen muchas páginas en blanco. En algunos casos quizás con pasar algún capítulo puedan continuar, pero en otros será un libro sin leer; una vida sin vivir.
    Un libro que no se elige, impuesto y obligado, es una tortura. Como aquellos libros "obligatorios" de BUP (uno por trimestre), libros envenenados de los que lo único que queríamos era que se acabaran  y otra persona nos hiciera el resumen que teníamos que entregar.
    Así no hay quién quiera leer y desde luego, tampoco vivir.
















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