miércoles, 10 de agosto de 2022

Tres años después

Siempre me resultó más facil escribir que hablar.

Cuando escribo me imagino que estoy hablando  al interior de las personas directamente, al vuestro, cómo si fuera una comunicación telepática en una sola dirección; hacia fuera , sin posibilidad de recibir ninguna respuesta. 

Al final es todo falsa modestia porque quienes nos proponemos escribir, a mi modo de ver,siempre pretendemos cierto reconocimiento personal  o hacia alguien o algo en concreto.

Y, Cómo se le rinde homenaje a un padre en el tercer aniversario de su muerte? Ni idea.

Llevo un tiempo pensando en qué le diría que no le dije, y son tantas cosas que ya no tiene sentido ni la pregunta.

La gente que lo quería lo hizo muy evidente llenando el pueblo para acompañarlo el día de la despedida, fue como un grito silencioso de dolor desde tantos corazones que agobiaba  sentirlo.

El mío también quedará oculto, como la mayoría de las palabras que nunca nos dijimos pero ambos intuíamos.

Hace unas semanas entré en una cafetería de nuestra zona y tenían un collerón colgado junto a otros aperos en la pared. Supe que lo había hecho él, era el único capaz de realizar  esos trabajos en toda la comarca. Y me di cuenta que aún queda mucha de su presencia en este mundo.


Imagen de lo que descubrí
Esto fue lo que me encontré 


Sus obras han pasado a exhibirse como si fueran parte de un museo y eso es guapo. Tengo un padre artista 😍 con piezas distribuidas a lugares que no imagino y de las que se hablará y explicará cómo el legado de una profesión desaparecida y sólo apta para modistos de “alta costura” animal 😅 .

Lo personal quedará para  nosotros pero lo profesional lo repetiré y presumiré de ello como la hija del mejor artífice que haya existido en todas las Arribes.

Tres hurras por mi padre el albardero!!