viernes, 8 de noviembre de 2019

SI OS QUERÉIS NO LOS VOTÉIS







No los nombremos, nada de publicidad, ni etiquetas, ni compartir noticias ni nada que incluya su nombre. Simplemente, si os queréis algo; no los votéis. 

Así por lo bajini, susurrando...¿ya sabéis de quién hablo? De esos que van de verde y en realidad son lo más negro que ha creado este país últimamente.



He llegado a la conclusión de que cada vez que los insultamos ganan votos, el adjetivo fascista, franquista o falangista en ellos es un halago. En realidad era lo que faltaba en este país, un partido que de una vez de forma clara y sin disimulos ocupara el lugar que miles o millones de españoles y españolas parece que estaban esperando.





Hemos creado una generación de ignorantes consentidos que junto a la de adultos cabreados y señoritos repeinados arman un tándem perfecto para el caldo verde que estamos tragándonos día a día.
Nos creímos lo de bajar los sueldos, aumentar los horarios y pasar frío y casi hambre por una crisis que se inventaron, mientras algunos políticos y empresarios se forraban con comisiones y tarjetas tan negras como el alma que habían vendido. Sal para el caldo.

Ahora preguntan qué hay de lo suyo, de lo que tenían, de lo que les falta; y las respuestas se  diluyen con los gritos de los ¡Viva España! y las telas de las banderas.

Hace falta tener el oído fino para entender lo que suena y es demasiado el ruido que nos distrae.
En realidad dan ganas de llamaros imbéciles y gilipollas por votarlos, y seguramente en una gran mayoría así será...pero como casi todas y todos conocemos a alguien que lo hará, dejemos una pequeña duda de cortesía; igual es un trastorno temporal y transitorio del que consigamos la vacuna en un corto espacio de tiempo.

Todo esto para deciros que esto no va de tonterías sino de señores y señoras a los que todos los que cobramos menos de 3000€ (por decir una cifra) no les importamos una mierda, no existiremos para ellos a no ser que seamos su mecánico, peluquera o criada (con derecho a pernada, por supuesto) y les besemos los zapatos por 600€ al mes.

Pero podéis seguir sin cambiar de idea, allá vosotras y vosotros ¡yo estoy a punto de llegar a los 3000€!