No los nombremos, nada de publicidad, ni etiquetas, ni compartir noticias ni nada que incluya su nombre. Simplemente, si os queréis algo; no los votéis.
Así por lo bajini, susurrando...¿ya sabéis de quién hablo? De esos que van de verde y en realidad son lo más negro que ha creado este país últimamente.
Hemos creado una generación de ignorantes consentidos que junto a la de adultos cabreados y señoritos repeinados arman un tándem perfecto para el caldo verde que estamos tragándonos día a día.
Nos creímos lo de bajar los sueldos, aumentar los horarios y pasar frío y casi hambre por una crisis que se inventaron, mientras algunos políticos y empresarios se forraban con comisiones y tarjetas tan negras como el alma que habían vendido. Sal para el caldo.
Ahora preguntan qué hay de lo suyo, de lo que tenían, de lo que les falta; y las respuestas se diluyen con los gritos de los ¡Viva España! y las telas de las banderas.
Hace falta tener el oído fino para entender lo que suena y es demasiado el ruido que nos distrae.
En realidad dan ganas de llamaros imbéciles y gilipollas por votarlos, y seguramente en una gran mayoría así será...pero como casi todas y todos conocemos a alguien que lo hará, dejemos una pequeña duda de cortesía; igual es un trastorno temporal y transitorio del que consigamos la vacuna en un corto espacio de tiempo.
Todo esto para deciros que esto no va de tonterías sino de señores y señoras a los que todos los que cobramos menos de 3000€ (por decir una cifra) no les importamos una mierda, no existiremos para ellos a no ser que seamos su mecánico, peluquera o criada (con derecho a pernada, por supuesto) y les besemos los zapatos por 600€ al mes.
Pero podéis seguir sin cambiar de idea, allá vosotras y vosotros ¡yo estoy a punto de llegar a los 3000€!
No hay comentarios:
Publicar un comentario