Tendría 12 o 13 años, llegamos al colegio del pueblo de al lado donde íbamos en autobús y descubrimos que sólo estábamos “los del transporte “. Las niñas y niños de la localidad no habían acudido porque al parecer había huelga, algo que sonaba demasiado moderno para los años 80 en el mundo rural pero que a mí me pareció de lo más justo y necesario aún sin tener ni idea del motivo 😅
A lo largo de la mañana las niñas y niños del pueblo paseaban alrededor del edificio dejándose ver del otro lado de la valla, imagino que con la intención de pasarnos por las narices su situación de privilegio, estar en la calle mientras el resto moríamos de envidia delante de libros y profesores.
Total, que a la hora del recreo, ante tamaña injusticia convencí a una par de compañeras y decidimos que aquello se solucionaba largándonos a casa por nuestra cuenta. Cogimos la puerta y caminamos tan felices los tres kilómetros que teníamos hasta nuestro pueblo.
Las explicaciones en casa fueron por mi parte de lo más coherentes; Había huelga.
Recuerdo que mi madre recogía la lumbre para el brasero y yo iba a comer cuando la vecina abrió la puerta para decir que llamaban del colegio preguntando por mi madre ( los teléfonos estaban contados) ...
Lo siguiente fue rápido, mi madre detrás de mí con una vide ( sarmiento) que había en el suelo de la cocina de hacer fuego, yo corriendo por el pasillo y creo que casi sin parar hasta que volví al colegio por el mismo camino.
Todo esto sin comer. Llegar al colegio y tragar un plato de lentejas que odiaba hasta arriba, fregar el suelo del comedor y volver a clase con la sensación de que algo no estaba bien en todo aquello y lo injusto de la vida para quiénes no podíamos decidir tan siquiera el participar en una Huelga aunque no supiéramos el porqué.
Pues nada... la semilla se fraguaba. 😅
Reivindicativo 1 de Mayo.
