domingo, 5 de julio de 2020

DESASNANDO



O de cómo la inteligencia sigue triunfando.




Isabel Gemio triunfó a principio de siglo con un programa televisivo llamado “Hay una carta para ti”. 

Las audiencias eran impresionantes y la expectación que se creaba alrededor de las cartas que de manera inesperada algunas personas del público recibían, sin tener ni idea de la trama que se había urdido a su alrededor para llegar a aquella situación, nos mantenía enganchadas todas las semanas. 

La carta, lo mismo podía depararte la visita de tu cantante preferido que el reencuentro con alguna parte de la familia de la que casi te habías olvidado ( a veces intencionadamente 😅). 
Todo envuelto en un ambiente de radionovela llena de sentimentalismo y con las lágrimas como objetivo indiscutible.

Hace unos días una plataforma utilizaba el títular “Hay una carta para ti” para promocionar un tweet en el que enviaba una invitación a una filósofa feminista muy conocida y con discrepancias públicas importantes a sus planteamientos. https://www.nortes.me/2020/06/30/amelia-valcarcel-quiere-desasnar-a-las-jovenes-feministas/

Utilizar la polémica para promocionar una actividad desconocida, es una de las estrategias de esta nueva publicidad de redes, algo que controlan muy bien las jóvenes generaciones y les ha venido de lujo a los partidos y medios neofascistas del momento.

Y por supuesto, la respuesta superó la estrategia con creces; "Será un placer y un honor contribuir en la medida de nuestras fuerzas a vuestro desasne. No dudéis que nos emplearemos a fondo,"

Como se dice ahora "Zasca en toda la boca"

Lo siento, la genialidad no es prepotencia, es algo que se tiene o no se tiene.

Y aunque lo parezca, esto no es un alegato en su defensa, que no la necesita y menos de una desconocida como yo. Sino el reclamo del reconocimiento al saber y a la vida de trabajo comprometido, estemos o no estemos de acuerdo. Y sobre todo, la denuncia de la facilidad con la que estas modernas técnicas te hunden o entronan en un abrir y cerrar de ojos sin importarle para nada lo que se llevan por delante.
Para mí, desasnar será el verbo de la nueva normalidad.

Con él, podremos identificar el trabajo que viene; lo mismo en la política, televisión, prensa o los nuevos youtubers-influencer con miles de fieles reproduciendo sus discursos o modas como rebaño obediente o discípulos aplicados.

Lo dicho DESASNANDO EL CAMINO.





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