domingo, 1 de julio de 2018

ESPEJISMOS






¡Qué fartura, señora! Se han abierto todas las puertas del averno, las espitas del fascismo moderno camuflado en noticias falsas que van delatando a tantas personas en estado latente, ideológicamente hablando.

Y qué duro descubrir que entre las amistades que te acompañan desde hace tiempo hay un gran porcentaje que lleva y trae ésas “fakes news” intencionadas con tanta contundencia. En un principio te convences que lo hacen de forma ignorante y divulgativa, pero no tardas mucho en desengañarte.
En realidad les da igual el origen, tienen un sónar digital parecido al dedo de ET que detecta cualquier chascarrillo, montaje o contenido dirigido a destruir un mínimo atisbo de empatía, solidaridad o movimiento con la izquierda de este país.

Van cayendo velos, perdiendo timidez y lanzando poco a poco, cada vez con más fuerza, cubos de basura y detritus contra inmigrantes, feministas, homosexuales...
Es cierto que tiene una parte humorística tremenda, esa en la que de repente Santiago Carrillo y Felipe González son reivindicados por la derecha como ejemplos históricos de convivencia; vivir para ver.
Yo os digo una cosa, amiguinos y amiguinas de redes: Estamos más cerca de la clase inmigrante de lo que creemos, pensad en la mierda de sueldos, en la sanidad pública que casi se han cargado en algunas comunidades, en los alquileres que no podemos pagar, en las hipotecas imposibles, en la educación pública despreciada...
Matamos por sus ayudas, porque se aprovechan de una gestión mafiosa de los recursos que han aprendido rápidamente de nuestra sociedad, en el fondo lo que nos fastidia es que aprendan nuestras trampas (en algunos casos, no todos caen tan bajo como nosotros).
Necesitamos la casta inferior, la que nos de las gracias por dejarlos vivir y si hace falta que trabajen por la comida, pues mira, así se vivía aquí no hace tantos años, que aprendan cómo aprendimos otros...





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